La foto y las flores

Llevo unos días un tanto extraños en lo que me cuesta distinguir que quiero y que no...días en los que algunas cosas que quiero , no son posibles , otras que son posibles , no las quiero y en menor número las que quiero y tengo ,o para no salir de la repetitividad del primer párrafo,son posibles ....
Estos momentos de indecisión , confusión y preocupación no son buenos para la inspiración y seguramente todo lo que pudiera escribir sería contradictorio y poco coherente o quizás precisamente en lo contradictorio estaría lo coherente...(ya me estoy liando , mejor dejarlo)
Puede ser interesante escribir en primera persona estos sinsentidos de esta época tan poco apetecible , y de hecho estoy haciéndolo , pero para publicarlo , creo que es mejor esperar a que la sensatez vuelva a instalarse en mi.
No obstante , cuando volvía a casa de comer , con un lio mental considerable , algo me ha hecho pensar , y me ha sacado , por unos instantes , de la nebulosa en la que me encontraba vagando.
Un árbol. Si , algo tan simple y cotidiano como un árbol , me ha rescatado momentaneamente del mundo paralelo de eterna duda en el que vivia.
Hablaré del árbol . Este árbol está en el camino que hay entre la puerta del portal de mi casa , y la puerta del jardín. El trayecto entre ambas puertas dura escasamente 20 segundos y probablemente sea el trayecto mas frecuentado por mi , en toda mi vida , lo que hace lógico pensar que no me pare a admirar la belleza o fealdad de sus plantas , arboles o flores...
Hace unos meses (uno o dos como mucho) volvía a casa tras un mal día , más sensible de lo normal , y me paré a mirar este árbol.
Es un árbol del amor (su nombre verdadero es Cercis siliquastrum comúnmente conocido como árbol del amor) , no tengo mucha idea de botánica , pero se que ese es un árbol del amor , porque hace muchos años , en una excursión al Real Jardin Botanico de Madrid , mi profesora de biología , nos lo enseñó y lo identifiqué de inmediato con el árbol de mi casa , ese que tantos veranos atrás  ,nos distraía con sus frutos (una especie de vaina de lentejas). Es inconfundible , sus hojas tienen forma de corazón y puede florecer en el tronco.
Sigo con la historia , ese día volvía triste y mas delicada de lo normal y me llamaron poderosamente la atención los colores rosados de sus flores , y lo florido que estaba...era un día nublado , a pesar de la primavera y ese color tan llamativo rompía alegremente con la gama cromática de grises del ambiente .
Me pareció precioso y pensé en hacerle una foto (la fotografía es una de mis aficiones). La cámara ya estaba encuadrada y lista para disparar cuando pensé..."esta foto sería mucho mejor con un fondo soleado". Guardé la cámara , y como estábamos empezando la primavera , simplemente esperé.
Como es un camino demasiado frecuente , lo hago con prisas , mientras pienso en otras cosas y no todos los días me acordaba de la foto , sin embargo cuando me acordaba , el día o estaba lluvioso o aún mas gris que el primero. Estaremos de acuerdo en que esta primavera ha sido poco típica y los días de sol , han sido pocos.
El caso es que hoy , cuando volvía de esa comida , también pensativa y cabizbaja ...el árbol ha vuelto a llamar mi atención y mientras sacaba la cámara del bolso , ya que hoy si , el día era perfecto para mi foto  , me he dado cuenta de que las alegres y coloridas flores ya no estaban...
Me ha dado pena porque ahora tendré que esperar un año hasta que vuelvan , y quien sabe las circunstancias del año que viene...por esperar al momento perfecto me he quedado sin mi foto y sin inmortalizar algo que simplemente me hacía desconectar.
Intuyo además , que ahora me será más difícil olvidar mi árbol y sus flores....
Y que raro , me he puesto a pensar y extrapolar esta anécdota a la vida real.
A veces tenemos algo ahí , algo que queremos , que nos gusta , pero no le damos toda la atención porque está ahí , esperamos porque está ahí y no somos conscientes de que nada dura para siempre...y a veces cuando te das cuenta y quieres actuar , ya no está...
No seas tan necio de dejar escapar algo , sin más , no esperes a tener una ausencia para valorarla , porque entonces no te servirá.